"El erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía."A.N

domingo, 19 de febrero de 2012


 Veo pasar tu sombra, me enardece el frío de esa inocencia, me ensordece tu silencio, me duelen las palabras, el verso marcó mi semblante, me azota el pensamiento del viento sur, las calles solitarias me buscan,   fallezco en cada instante que mi mente vuela, en cada segundo que te respiro, desde la agonía, intento mostrar un poco de humanidad, más estoy muerta y sepultada por nombres, vivencias y sentidos. El abismo me absorbe, la tierra húmeda rodea mis piernas, el espasmo me recorre hasta los huesos; la agonía me anticipa,  sé que viene la muerte, siento su hedor, pero la espero sumida en temores infundados, más la deseo fugaz, violenta y excitante.


He perdido la conciencia, no recuerdo cuanto tiempo llevo sentada acá, he visto oscurecer hasta las paredes, mas no vi marchitar mi boca, ni desparecer el horizonte que imagino, solo percibí por las sombras, que ibas y venías y que te pesaba mi estado, la culpa te carcomía; me lo dijiste, yo  aún perdida, no respondí, me sacudiste violentamente y me dijiste que viviera, que no era justo morir así y  yo solo estuve ahí seca hasta las lágrimas, taciturna , dormida entregada al destino creo, ni siquiera a asumir algo, solo por estar, por robar un poco de aire a ese cuarto de paredes desteñidas. Como siempre el deambular de esos seres llenos de vida al menos, hacía ruido a mí alrededor, algo de movimiento le daban a esas tablas apolilladas del suelo, yo solo oía, se quienes iban, quienes se quedaban, quienes solo pasaban, quienes lloraban y quienes les hervía la impotencia, quienes me odiaban por mantenerlos pendientes, quienes miraban lastimeros y tú que me entendías, sin decir, sin hablar, sin quedarte, solo observando de lejos. Te entristecías por mí, te dolía más que a mí, solo me sonreías, me hacía bien.  Me lanzaron agua en la cara, por si salía de ese ensimismamiento, mi reacción fue quitarme el pelo del rostro y estirar la punta de la lengua para saborear el agua, todos gritaban, se paseaban me secaban, me traían ropa nueva, un vaso de agua, escuché que decían que mejoraría, yo solo decía: -siempre he estado bien-, -solo que ahora no quiero sentir-, y seguía buscando tus ojos en la ventana, te habías ido, él me abrazaba fuerte y me decía que había decidido bien, que ya le quitaba un peso de encima, que sabría que estaría bien, mis ojos aún lejanos pensaban en que todo este circo, lo único que lograba era hundirme más en ese estado considerado como falta de cordura.

lunes, 13 de febrero de 2012


Seguro, no has sentido la daga fría  hendirse en tu pecho, no has gritado solo en la nada, no han rechinado tus dientes de temor, de pánico al designio,  al menos yo, he caminado descalza por el borde profano del precipicio, más tu falta de experiencia, no es más que la gracia de lo desconocido, mi boca se ha hundido en la tierra, ha muerto en jadeos de innumerables memorias, he sido musa de amantes clandestinos, he conocido el amor noche tras noche en el sueño del fauno solitario, más tú te revuelcas ante una historia inconclusa, intentas apoderarte de mis aposentos, intentas igualar mi semblante y mi cuello lozano, más la naturaleza no te ha vestido de ninfa, te ha igualado en desgracia a mi sombra, te ha relegado a cubrir, a imitar, a recibir la carroña que yo he pisoteado y escupido para ti, morderás la tierra, más no jadeando, tentarás a la lujuria más te avergonzará la torpeza, seguirás mis huellas, te arrastrarás lamiendo una a una mis pisadas, y te dolerá el vientre, te torturará la traición, te arderá mi nombre, me sentirás en el viento, me verás en su cuerpo, más yo altiva observaré cada uno de tus lastimeros pasos, disfrutaré de tu intento por ascender, y del rotundo fracaso en las sábanas

miércoles, 8 de febrero de 2012



Vienes a mi mente, persistente, te albergas en mi conciencia y duermes sereno en mi vientre, te respiro en la madrugada,  mientras me recorres con tu pensamiento, me gritas en la oscuridad y el silencio  responde, me apresuro al encuentro; te siento, te reconozco en la palabra sórdida, en la brisa circundante, imagino las líneas de tu ardor, busco desesperadamente tu aliento, más recuerdo y me ahogo, me disipo en el aire, me transmuta el viento, me arrojo al destino infame de no tenerte, de la noche húmeda, de la soledad absoluta

lunes, 6 de febrero de 2012



La noche resguardó nuestras promesas, la simplicidad habitó en la entrega, amamos intensamente a esa alma solitaria, deseamos perpetuar  ese instante, escribiste palabras en el silencio, dibuje la inocencia en una caricia, hiciste renacer mis entrañas y  amaste cada centímetro de mi existencia. Dolorosamente asentimos la distancia, la luz nos anunciaba ruptura, más rehuimos a  su designio y  vivimos, simplemente vivimos, mientras el día anunciaba el final, dolor, distancia, más el ansia de sentirnos, agotó el espacio-tiempo, me retuviste en tus ojos y en ese beso, más me soltaste y te dejé ir,  porque la circunstancia pesó sobre nuestras cabezas.