Vienes a mi mente, persistente, te albergas en mi conciencia
y duermes sereno en mi vientre, te respiro en la madrugada, mientras me recorres con tu pensamiento, me gritas
en la oscuridad y el silencio responde,
me apresuro al encuentro; te siento, te reconozco en la palabra sórdida, en la
brisa circundante, imagino las líneas de tu ardor, busco desesperadamente tu aliento,
más recuerdo y me ahogo, me disipo en el aire, me transmuta el viento, me
arrojo al destino infame de no tenerte, de la noche húmeda, de la soledad
absoluta
Comando actualidad con Adrián Pérez.
Hace 9 años
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