Solo quiero hundirme en la espesura del barro, y esperar que la asfixia me liquide, mezclarme con las texturas y la oscuridad que me ofrece el lodazal, poco a poco convertirme en parte de esa mixtura de tierra, inmundicia y humedad, dejar de ser, transmutarme a la nada, a esa nada imperceptible que no es vacío, es el todo.
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