Y renace de mis entrañas aquel calor fulgurante, la candidez de ese deseo aflora, y va apoderándose poco a poco de las ansias, reclamando por derecho propio el placer sepultado por las monomanías, intenta regresar a la tierra húmeda de mis cavidades, a la oscuridad del cauce y a la tibieza de sus aires, intenta casi infructuosamente florecer en el gemido de mi boca, antes de que sucumba el suspiro naciente.
Comando actualidad con Adrián Pérez.
Hace 10 años
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