Te pertenezco en líneas y versos, en voces espontáneas, en
risas innatas. Soy fiel en los besos clandestinos y en el deambular constante
entre tu piel
Te correspondo en miradas pueriles y obscenas; me sumerjo profundamente entre tus dedos y los
míos; entre la distancia de tu boca a mi esencia, de tu ímpetu a mi serenidad
de niña indefensa.
Olvido los pasos
andados hasta tu presencia, desdibujo los años como difuminando la experiencia.
Insisto en conocer de nuevo, en suponer extrañeza, en suponer novedad
Insisto en sentir, en
recibir, en vivir. En sentirte, recibirte, vivirte.